¿Puedo comer jamón estando embarazada? Descodificación y consejos

Cuando se está embarazada, a menudo surgen ciertas preguntas sobre la dieta. Una de ellas es si es seguro comer jamón durante el embarazo. Para responder a esta pregunta, debemos analizar los distintos tipos de jamón y sus riesgos tanto para la madre como para el bebé durante el embarazo.

Tipos de jamón y sus características

Existen dos categorías principales de jamón en el mercado: el jamón blanco y el jamón curado. Es importante conocer la diferencia entre estos dos tipos de jamón para poder elegir con conocimiento de causa cuando estés embarazada.

  • Jamón blanco

El jamón blanco también se conoce como jamón cocido. Se obtiene tras ser salado y después cocido al vapor o al horno. En general, este tipo de jamón se considera seguro para las mujeres embarazadas porque se ha cocinado para destruir la mayoría de las bacterias potencialmente dañinas.

  • Jamón curado

El jamón curado es un jamón seco, salado y sin cocer. Recibe distintos nombres según su procedencia (jamón serrano, jamón del país, etc.). Al no estar cocido, puede presentar riesgos para las mujeres embarazadas por la posible presencia de bacterias como la listeria.

Riesgos de comer jamón crudo durante el embarazo

primer plano mujer embarazada sujetando estomago

El principal riesgo asociado al consumo de jamón crudo durante el embarazo es la listeriosis. Esta infección está causada por la bacteria Listeria monocytogenes, que puede desarrollarse en determinados alimentos crudos o poco cocinados, así como en productos lácteos no pasteurizados. La listeriosis puede provocar complicaciones graves para el feto, como aborto espontáneo, parto prematuro o daños neurológicos en el bebé.

Para evitar estos riesgos, se aconseja a las mujeres embarazadas que no coman jamón crudo durante el embarazo, a menos que se haya cocinado previamente a una temperatura mínima de 70 °C durante unos minutos.

Precauciones con el jamón curado y otras carnes cocidas

Aunque el jamón curado suele ser seguro para las mujeres embarazadas, sigue siendo importante tomar ciertas precauciones para evitar cualquier riesgo de contaminación por bacterias:

  • Compre jamón envasado al vacío y compruebe la fecha de caducidad en el envase.
  • Conserve el jamón en el frigorífico en su envase original y consúmalo lo antes posible después de abrirlo.
  • Evite comer jamón en lonchas, ya que está más expuesto a las bacterias.

En cuanto a otras carnes cocidas (salchichas cocidas, mortadela, etc.), es mejor calentarlas antes de comerlas para garantizar la destrucción de cualquier bacteria presente.

¿Qué ocurre con otros tipos de embutidos durante el embarazo?

Además del jamón curado, otros embutidos también pueden presentar riesgos para las embarazadas:

  • Terrinas y patés: pueden contener listeria, sobre todo si son caseros. Así que es mejor evitarlos durante el embarazo.
  • Foie gras: aunque generalmente se cocina, el foie gras puede ser portador de toxoplasmosis si el animal no ha sido tratado adecuadamente antes del sacrificio. Se recomienda a las mujeres que no estén vacunadas contra esta enfermedad que no consuman foie gras durante el embarazo.
  • Rillettes y confits: al igual que las terrinas y los patés, estos productos pueden contener listeria. Por lo tanto, se recomienda evitarlos durante el embarazo.

Por último, para las embarazadas que deseen comer embutidos sin riesgo, es posible recurrir a alternativas como el pollo o el pavo fríos, siempre que estén bien cocinados y se conserven en un lugar fresco.

Adaptar la dieta durante el embarazo

Aunque ciertas restricciones dietéticas son necesarias durante el embarazo, no deben conducir a una privación total. Al contrario, es importante adaptar tu dieta para que aporte todos los nutrientes que tu bebé necesita para un desarrollo sano. Así que si tienes que evitar ciertos tipos de jamón, recuerda compensarlo con otras fuentes de proteínas como las aves de corral, los huevos, las legumbres o los productos lácteos pasteurizados.

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