6 errores al dormir

Le dormir es muy importante para el desarrollo y el bienestar del bebé. Acostar con éxito a un niño y conseguir que duerma toda la noche sin despertarse es una de las tareas más complejas encomendadas a los padres jóvenes. Podemos ayudarle a evitar los errores más comunes y aumentar sus posibilidades de dormir bien.

Error nº 1: acostar a su hijo demasiado tarde

Cuando llevas todo el día trabajando, a veces resulta tentador dejar al bebé o al niño pequeño contigo por la noche para poder disfrutar por fin de ellos. O tal vez pienses que estarán tan cansados que caerán en los brazos de Morfeo al tocar su colchón.

Un bebé juega con sus padres antes de irse a dormir

Sea cual sea tu motivación, nunca es buena idea mantener despierto a un niño durante demasiado tiempo. Cuando los bebés y los niños pequeños están demasiado cansados, les cuesta mucho dormirse y su sueño nocturno puede verse alterado. Además, tienden a levantarse antes que si los acuestas a una hora más razonable.

Así que es una buena idea crear un ritual de acostarse y síguela todas las noches. No espere a que su hijo bostece o se frote los ojos para irse a la cama. Incluso 15 o 20 minutos más de sueño pueden marcar la diferencia.

Error nº 2: Dormir al niño durante el paseo

¿Alguna vez has respirado aliviado cuando tu bebé se ha dormido en el asiento de coche o el cochecito? Aunque es evidente que esta forma de conciliar el sueño te da un respiro, no caigas en la trampa de tener que desplazarte o viajar para mecer a tu hijo hasta que se duerma. No puedes llevar a tu hijo de paseo todas las noches. No dormirá tan profunda y profundamente como necesita.

Por supuesto, puedes moverte con tu bebé para calmarlo. Pero no utilices este tipo de movimiento para mecer a tu bebé hasta que se duerma.

Error nº 3: Sobreestimulación

Puede que hayas instalado un móvil encima de la cama de tu hijo: cuidado, los objetos que giran, los sonidos y las luces pueden distraerle. Si el bebé los mira, permanecerá despierto y puede que no se dé cuenta de que es hora de irse a dormir.

Un móvil en la habitación de un bebé

Por eso recomendamos dormir a tu hijo en una oscuridad casi total. No te preocupes: tu bebé no se asustará. Es demasiado pequeño para tener miedo a la oscuridad. Un poco de música suave puede ayudar a su hijo a conciliar el sueño "desconectándolo" de los demás ruidos de la casa.

A medida que tu hijo crezca, una pequeña luz nocturna puede ayudarle a controlar sus miedos. No dejes que tu hijo vea la televisión justo antes de acostarse. Si se queda dormido delante de sus dibujos animados favoritos, perderá media hora de su precioso sueño. Y eso puede afectar a su humor y comportamiento al día siguiente, ¡cosa que nadie desea!

Error nº 4: Descuidar el ritual de acostarse

Con un bebé muy pequeño, el ritual ideal para irse a dormir es un baño, mimos y un poco de conversación. No hace falta que le pongas una canción infantil. Tu hijo crecerá y puede que sientas que es demasiado mayor para un ritual, o que ya no te apetezca repetirlo noche tras noche.

Un bebé sujeta el dedo de su madre

Sin embargo, es importante seguir ofreciendo actividades agradables y relajantes a la hora de acostarse. Preparan al niño para un sueño reparador. Incluso los adultos duermen mejor cuando tienen un poco de tiempo libre antes de acostarse. No esperes que tu hijo pase de la excitación de un día ajetreado a un sueño profundo en pocos minutos, ya que esto puede alterar su sueño.

Puedes crear el ritual que quieras para tu hijo. Solo asegúrate de repetir los distintos pasos de relajación en el mismo orden cada noche.

Error nº 5: Irregularidad

De vez en cuando, cuando tu hijo es un poco pegajoso, puedes sentir la tentación de hacerle dormir en la cama contigo y dejar que se duerma enfrente de ti. O quizá le acuestes en su propia cama, pero se une a la tuya en mitad de la noche. Y antes de que te des cuenta, la cama conyugal se convierte en la cama familiar.

Un bebé duerme cómodamente contra su madre

Tu hijo es demasiado pequeño para entender por qué unas veces puedes venir y otras no. Esta frustración provocará rabietas y puede que tengas que dejar que tu hijo se meta en la cama contigo todas las noches.

Si te encuentras en esta situación, retira gradualmente a tu hijo de tu cama. Siéntese junto a la cama de su hijo mientras se duerme. Después, al cabo de unas noches, párese en la puerta y salga de la habitación. Explique a su hijo que, cuando llegue la hora de acostarse, debe irse a su propia cama. Sé firme pero amable y conseguirás tu objetivo.

Error nº 6: Pasar demasiado pronto de la cuna a la cama grande

Al pasar de la cuna a la camita demasiado pronto, corres el riesgo de que tu bebé deambule por la casa a altas horas de la madrugada. Antes de los 3 años, un niño no es lo bastante maduro para saber controlarse y comprender que debe respetar los límites imaginarios que representa su cama.

Un bebé duerme en una cama grande con una niña pequeña

La mejor forma de saber si tu hijo está preparado para salir de la cuna es probar con una cama grande. Si al cabo de una semana no se acostumbra, sugiérele que vuelva a su cuna. No tiene nada de malo. Al cabo de unas semanas o meses, vuelve a intentarlo. Todos los niños pasan a la cama grande antes de cumplir el primer año. Mantén la calma y todo irá bien.

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